Definamos algo. Yo soy un activista, y me asumo como tal. Frente a esto, tengo una postura con respecto a la lucha que llevamos para liberar al cañamo y terminar con la ley más violenta que exite: la ley 20.000.
Partamos entonces realmente definiendo la palabra Activista. Desde mi punto de vista, un activista es una persona que lucha por un ideal determinado, el cual considera que es injustamente criticado, criminalizado o simplemente pisoteado por leyes inhumanas, tramposas o erradas. En este sentido, un defensor de los derechos animales es un activista, un defensor del medioambiente tambien lo es.
En mi caso, yo soy un activista pro cannabis. Es decir, dedico tiempo de mi vida a la defensa del libre uso del cáñamo, ya sea en su forma psicoactiva como en su uso industrial no psicoactivo. Este camino no lo he recorrido por un largo tiempo, sin embargo, lo he hecho con fuerza, con desición y con la convicción de que es un bien necesario y útil.
Como cualquier otra causa, encontramos detractores. Personas que no están de acuerdo con mi causa, ya sea por motivos personales o por ideas que se han arraigado en el conciente colectivo gracias a las politicas de desinformación de los distintos gobiernos, todos ellos siguiendo la corriente prohibicionista nacida en Estados Unidos por los años 30.
Actualmente tenemos un movimiento activo. En todo el país han nacido iniciativas que apoyan la causa, ya sea con marchas, festivales, programas de radio, cartas al fiscal, etc. Se han hecho debates, charlas, fiestas pro fondos, marchas (tan necesarias hoy en día)...todo lo necesario para que la ciudadanía conozca nuestro mundo - nuestro criminal mundo - y comprenda nuestra realidad y la diferencia entre lo que muestra la TV o informan los gobiernos, y la verdad que nosotros conocemos y defendemos.
Pero aun así ocurren tragedias en nuestra lucha. Aun así, con todo nuestro esfuerzo y empeño siguen cayendo de los nuestros. Y hoy, un usuario medicinal, un activista de la causa, un luchador cannabico está en prisión por NEGARSE a recurrir al narcotráfico. Por NEGARSE a entregar su dinero a las mafias del narcotráfico PROTEGIDAS y FINANCIADAS gracias a la ley 20.000. El estado Chileno es cómplice de las Mafias narcotraficantes, esos personajes arraigados en nuestra sociedad y que NUNCA son detenidos. Carlos Aguilera es una víctima de la espiral criminal creada a partir de la funesta ley de drogas.
Hoy Carlos está en Santiago 1, un centro penal reconocidamente dificil. Y todo por plantar marihuana. No por venderla, ni por comprarla. Por plantarla en la privacidad de su hogar. ¿Qué bien común está afectando? ¿Que lo diferencia a él de un ejecutivo de La Polar? ¿Como es posible que en este país se mantenga en sus labores a policias asesinos y torturadores, pero se encarcele a un enfermo que planta para sí lo que él considera su medicina?.
Hoy yo tambien soy Carlos. Hoy yo tambien estoy en una prisión. Me encuentro preso en mi país, preso en mi libertad. Preso por querer hacer de mi vida algo mejor. Preso por decirle no a las farmaceuticas. Preso por decirle no al Narcotrafico. Preso por por ser un consumidor, que si bien es legal y es derecho de todo ciudadano, es un derecho imposible de cumplir legalmente.
Hoy yo tambien soy Carlos, porque desde mi conciencia digo NUNCA MÁS. Hace más de 20 años escuchabamos decir "la alegría ya viene", y sin embargo, sólo llegaron penas, rabias e injusticias. Porque durante dictadura podiamos plantar, pero en DEMOCRACIA somos delincuentes.
Hoy yo tambien soy Carlos, porque no me importa el numero de plantas, su productividad, sus niveles psicotrópicos. Cada uno sabe lo que necesita. Cada uno pone sus límites. No luchamos por tener 1 o 2 plantas. Luchamos por NO SER DELINCUENTES, al margen de cantidad.
Hoy yo tambien soy Carlos, porque hace mucho decidí que no quiero simplemente fumar marihuana. Quiero que la gente sepa que el Cañamo puede salvar al mundo. Quiero un país menos hipócrita, quiero una sociedad mas humana.
Hoy soy Carlos porque asi lo elijo. Porque nadie me lo pide. Porque Carlos no puede decirlo. Porque soy adulto, porque pago impuestos, porque tengo derecho a expresarme aun cuando me lo prohiban con leyes dictatoriales.
Hoy soy Carlos porque no podemos declararnos culpables de una ley injusta. No podemos apoyar cambios legales y negar nuestra creencia.
Hoy soy Carlos porque quiero que nunca más hayan más Carlos, más Matías, no más Alicias.
Hoy soy Carlos porque como él, deben haber muchos más que no conocemos, pero que sufren por lo mismo.
Hoy soy Carlos porque es el momento de decir Basta. De comenzar la revolución cannabica.
Hoy llegó el momento de ser humanos.
Carlos durante la marcha Cultiva tus Derechos 2011, con un claro mensaje.
LIBERTAD A CARLOS Y LIBERTAD AL CANNABIS.
escrito por Catilio
1 comentario:
Hace casi un año tus palabras hicieron eco en cada usuario de cannabis. En estos días, si bien hay avances, el sistema judicial se sigue riendo en la cara no sólo de nosotros, sino que de toda la gente. Al sobrino del Senador Hernán Larraín se le encontraron 2.000 gramos de cocaína de alta pureza, más 7 millones de pesos producto del TRÁFICO de dicha sustancia pero la pena que se le aplicó fueron 5 años de libertad vigilada.
http://www.biobiochile.cl/2012/06/19/5-anos-de-condena-recibe-sobrino-de-senador-hernan-larrain-en-caso-por-trafico-de-drogas.shtml
Es al menos paradigmático ver la diferencia sustancial entre las penas y el impacto social de cada hecho ilícito imputado a Echeverría Larraín y al señor Carlos Aguilera.
Si bien la justicia siempre llega, ruego lo haga más luego que tarde.
Un abrazo,
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